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PERO J...R! es que no me lo puedo creer... pero ¿quién se ocupa de la colección? ¿un chino sin conexión a internet? pero la editorial no es de Barcelona? ¿pero qué pasa, es una especie de hara-kiri - autoinmolación?
Supongo que en el León, el amarillo del frontal vaya encima del plata, ¿no? Lo digo porque estoy pensando en comprar uno y dejarlo de calle quitando la decoración.
. Queda ya poco para que concluya esta colección, sin duda dispar en modelos y calidades ofrecidas.
En mi particular opinión, ha habido grandes y esperados modelos, como el 131 Gr.5, Toledo Marathon, Dakar TDI y algunos "modernos" (Toledo, Córdoba, León...). Otros han aprovechado moldes ya existentes, pero con vistosas decoraciones de competición, como el Ronda "Leche Pascual", los 124 Sport de Repsol y Reverter, o los Fura Crono.
Modelos esperados que no alcanzaron las expectativas, como el 124 Gr.2 de circuitos, el 124-2.100 Gr. 5, o algunas versiones de Ibiza, Marbella o Córdoba. Un enigma en cuanto a realismo, el 1.400 de Juan Fernández.
Anunciados ya los modelos hasta el nº 48, parece totalmente improbable el que aparezcan tres coches que sin duda estaban llamados a ser auténticas novedades y que han quedado como dudoso "reclamo" de la colección. Me refiero, en primer lugar a los dos fórmulas (Selex ST3 1.430 de Cañellas y Martini MK12 F-1.800 de Villacieros) correspondientes a las temporadas de 1972 y 1975, respectivamente.
Además, se prestaban a la redecoración (algunas muy bonitas) por parte de los aficionados o de la propia Altaya.
El 127 que el matrimonio Serviá llevó al Montecarlo en 1973, parece que tampoco acabará saliendo en la colección.
Otro de los "ganchos" (por lo menos para mí) era el 850 Spider Gr.5 de Juncosa, inédito hasta la fecha.
Para que hablar de otros, de los que ni siquiera la editorial había mencionado, como el Ritmo Gr.5 de Oñoro, o cualquier otro monoplaza o barqueta con motor Seat...
En fin, para mi gusto demasiado coche "moderno", mucho "124" y "1.430", pero pocas grandes novedades, en 50 entregas. Otra colección que me deja un regusto agridulce y una serie de fallos imperdonables, contándose además con la información necesaria para haberlos hecho "redondos".