La avaricia rompe el saco.
Vendiendo cada unidad a 25 euros el beneficio unitario no crece a menos que se abaraten costes, quizás en perjuicio de la calidad final del producto. Sin embargo, el beneficio agregado crecerá si la colección es atractiva porque el número de suscriptores será elevado. En resumen, Blackie sigue comiendo su pienso preferido a diario.
Si suben el precio a 27,95 euros, el beneficio unitario aumentará, incluso manteniendo costes, y el beneficio agregado quizás también suba, ya que el precio de reserva de los consumidores acepta esa subida unitaria de 2,5 euros, quizás obviando un sobrecoste total de 150 euros. En resumen, Blackie deja de comer su pienso preferido algunos días pero no bufa a su dueño porque sigue sin saber que el pastor alemán que custodia las miniaturas es de mentira.
En el tercer escenario posible, con un precio de 30 euros, el beneficio unitario será mucho mayor pero quizás el beneficio agregado sea menor que con los dos precios inferiores porque habrá consumidores cuyo precio de reserva este por debajo de esos cinco euros más, especialmente si tiene que pagar 300 euros más al final de la colección. Moraleja, al tercer día que Blackie ve entrar una miniatura nueva y le dejan sin su pienso preferido, la lía a zarpazos con los camiones, el pastor alemán y la madre del topo. Una masacre como en Puerto Urraco.
Otro aspecto que debería considerar salvat son las economías de escala y las sinergias. A más ventas de un modelo, más optimizará los moldes podrá reutilizarlos para sacar variantes.
Como comprador, mejor 24,95.
Como Salvat, 24,95 ó 27,95.
Salvat, piensa en ti, en nosotros, en Blackie, en la madre del topo.