He aprovechado para ver las dos últimas entradas. Muy interesante y muy de agradecer la historia del Pegaso, una hermosa miniatura que compartimos. Una pena que el sueño de los "Pegasines" durase tan poco.
Y el capitoné de Gil Stauffer, un tipo de vehículo que siempre me ha gustado mucho, es una maqueta excepcional de verdad. Los fabricantes de miniaturas minoritarias, valga la redundancia, merecen nuestro eterno agradecimiento. Qué bonito es el "condenao"...
Las fotos, fantásticas, como siempre.