10 años después, quien pensaría que podríamos tener en nuestras vitrinas camiones y autobuses patrios y no reciclados de otros países...
El pañuelo lo recogió Salvat con la colección de Pegaso, siguiendo con la de la actualidad y parece ser que seguirá ofreciéndonos satisfacciones con una "ampliación" de la primera.
Creo que somos bastante afortunados, ya que somos un país pequeño con poca cultura automovilística y por tanto poco atractivo para un empresa, ya que no olvidemos que detrás hay un negocio.
Personalmente entre en la escala al 43 gracias a los coleccionables, tuve más de 500 miniaturas, ahora no llegarán a 100 y son casi todo camiones de estas colecciones y la de americanos de Altaya. Volví a coleccionar "gracias" a estas dos editoriales tan amadas y tan odiados a veces, pero que espero que sigan dándonos alegrías a los que amamos el mundo del motor.
Siento el reflote, pero creo que se lo debía a Pablo.