Después de asistir a este intercambio de opiniones algo sorprendido, sobre todo por los tonos, y deseando que vuelva todo a la normalidad, para mí el tema a quedado bastante más claro:
Todos tenemos una parte de razón en nuestros puntos de vista, pero creo que sólo una parte, porque la mayoría no conocíamos como funcionaba esto realmente. Ahora que ya hay explicaciones desde todos los lados (es bueno conocer todas), tengo más claro que la única y total responsable de este mal funcionamiento no es otra que la editorial.
A partir de aquí tenemos tres opciones: seguir como hasta ahora, dejar de comprar ó patalear. Yo creo que tenemos que patalear. Deberíamos de quejarnos, no a los kiosqueros, no a los coleccionistas, no a los vendedores, ni entre nosotros. Tenemos que hacer llegar nuestras quejas a Altaya, tanto los coleccionistas como los suscriptores. He leído en muchos comentarios que a Altaya los que le importan son los suscriptores, pues ahora mismo hay muchos suscriptores descontentos, entre los que me incluyo. Deben saber que por este camino muy mal, que perderán cada vez más clientes.
Únicamente podemos presionarlos así, posiblemente no nos harán caso, pero al menos que lo sepan, con datos no con le que le cuentan. Quizá sea demasiado iluso, pero antes de atizarnos entre nosotros, debemos todos atizar al culpable.
Un saludo, y que vuelva a reinar la normalidad.