En el foro salen temas recurrentes (que ya cansan un poco) la mayor parte relativos a las colecciones de Altaya, y que son consecuencia del funcionamiento del mercado de este tipo de coleccionables, en buena parte distinto al del tradicional de las tiendas. Doy un repaso a todo esto, a ver si nos aclaramos un poco.
¿Por qué un coche de coleccionable vale 10 euros y un coche de tienda vale mucho más? Hay muchos factores que influyen:
1) Simplificación del modelo: Es conocido que los coches de coleccionable están simplificados o muy simplificados (para esto los casos de Norev en colecciones francesas suelen ser más manifiestos que los de IXO). Esto puede repercutir en gran medida en los costes de fabricación, sobre todo si además de materiales se ahorra en mano de obra, que incluso en China supone más costes que los materiales en sí.
2) Otros modos de ahorrar costes: Evidentemente la escasa investigación sobre los modelos reales es una forma de ahorrar costos, y la prueba palpable son las colecciones temáticas de Altaya (furgonetas de antaño, policías, …). También se ahorra muchos si el fabricante dispone ya del molde para un modelo, y si ese mismo molde sirve para lanzar distintas decoraciones y variantes al mercado.
3) Grandes tiradas: Es lo mismo que ocurre con los productos de “Marcas blancas” para las cadenas de supermercados. Hace tiempo pregunté en este foro si alguien conocía las cifras de producción de IXO para Altaya, y la conclusión es que no tenemos ni puta idea. Sólo Paulius43 se atrevió a dar unas cifras en base a lo que conocía de haber leído en otros foros internacionales.
4) Red de distribución: Los coleccionables llegan a los kioscos a través de una red de distribución que ya existe y funciona (la distribución de prensa). No es necesario crear nuevos sistemas de distribución para que las miniaturas puedan llegar a casi cualquier lugar de la geografía.
5) Suscripciones: Las suscripciones garantizan un buen número de ventas de colecciones completas a la editorial. Aunque se amenace mucho con borrarse de la suscripción, estoy seguro que la mayor parte de los suscriptores acaba las colecciones. Además, mucha gente se suscribe por la dificultad de conseguir los números sueltos que quiere en la zona en que reside.
6) Los kioskeros: El kioskero recibe cierto número de ejemplares de cada coleccionable, en función de los que vaya vendiendo, y los ejemplares no vendidos los retira la propia distribuidora. No es como en las tiendas, donde el dueño compra a HISINSA un Minichamps por 15 ó 18 euros y lo saca a la venta por 36. Si no lo vende, se lo come, o puede optar por ir rebajándolo hasta venderlo. Lógicamente el margen de beneficios para el kioskero por cada miniatura vendida es mucho menor que en una tienda. El negocio de los kioscos es vender periódicos y revistas, no coleccionables con cartones que no caben en ningún sitio.
7) Las re-ediciones: Las conocidas re-ediciones no son tales, sólo una nueva oportunidad de sacar a la venta la misma tirada de ejemplares de coleccionable. Por eso no se corrige nada en esas “re-ediciones”; son las mismas miniaturas, fabricadas en la misma tirada que las de la primera edición.
8) Saldos: A pesar de todo lo dicho, la editorial no acaba vendiendo todos los ejemplares que encargó al fabricante. No hay problema. Siempre ha existido una red de venta y distribución de saldos de colecciones, lo mismo para las miniaturas, que para los Madelman, la enciclopedia de programación en BASIC, o los tomos de Geografía de España o los CDs de Historia del Punk regalados por entregas por algún periódico. ESTO NO ES NUEVO, y lo conocen todos aquellos que frecuenten las ferias de libros de ocasión.
9) Los tests: Los tests son una forma de tantear el mercado, sobre todo en épocas de crisis, y ver si una colección de cosas perfectamente prescindibles como los hobbies puede tener salida comercial. Seguramente no hay comunicación entre el departamento de marketing que plantea la salida del test en una ciudad, y la empresa subcontratada que gestiona las suscripciones con una base de datos en las que no figura la aparición de ese test en aquella ciudad concreta.
Si has sido capaz de leer hasta aquí, ya conoces mi opinión sobre todo esto. No sé si es estrictamente la VERDAD, pero creo que se acerca bastante.
Llegará el día en que este tipo de colecciones haya saturado el mercado, deje de ser una moda, y sólo queden de nuevo las tiendas especializadas y sus precios. Quizá en Francia estén cerca de esa situación.
Creo que esto indica también que no estamos guardando joyas en nuestras vitrinas. Una colección de Altaya que sale por unos 600 euros y cuesta dos años acabarla entrega por entrega, sale después por 180 euros y se puede conseguir casi de una tacada. Para que eso se revalorice de alguna manera tienen que pasar muchos años, y que la mayor parte de las miniaturas vendidas hayan acabado en los vertederos de nuestra geografía, para que las miniaturas supervivientes se vuelvan “raras y valiosas”.
Y en cuanto a los tests, ya saldrán las colecciones y nos hartaremos a criticar todo lo que no nos gusta (repetición de moldes, modelos irreales, errores de escala y/o diseño, …) que será la mayoría. Pero aparecerá algún modelo inédito (recordad el R7 de NQCaños80) o bien realizado que nos hará creer que todo esto de los coleccionables está perfectamente justificado para nosotros.
Imagino que habrá quien opine diferente
SALUDOS
¿Por qué un coche de coleccionable vale 10 euros y un coche de tienda vale mucho más? Hay muchos factores que influyen:
1) Simplificación del modelo: Es conocido que los coches de coleccionable están simplificados o muy simplificados (para esto los casos de Norev en colecciones francesas suelen ser más manifiestos que los de IXO). Esto puede repercutir en gran medida en los costes de fabricación, sobre todo si además de materiales se ahorra en mano de obra, que incluso en China supone más costes que los materiales en sí.
2) Otros modos de ahorrar costes: Evidentemente la escasa investigación sobre los modelos reales es una forma de ahorrar costos, y la prueba palpable son las colecciones temáticas de Altaya (furgonetas de antaño, policías, …). También se ahorra muchos si el fabricante dispone ya del molde para un modelo, y si ese mismo molde sirve para lanzar distintas decoraciones y variantes al mercado.
3) Grandes tiradas: Es lo mismo que ocurre con los productos de “Marcas blancas” para las cadenas de supermercados. Hace tiempo pregunté en este foro si alguien conocía las cifras de producción de IXO para Altaya, y la conclusión es que no tenemos ni puta idea. Sólo Paulius43 se atrevió a dar unas cifras en base a lo que conocía de haber leído en otros foros internacionales.
4) Red de distribución: Los coleccionables llegan a los kioscos a través de una red de distribución que ya existe y funciona (la distribución de prensa). No es necesario crear nuevos sistemas de distribución para que las miniaturas puedan llegar a casi cualquier lugar de la geografía.
5) Suscripciones: Las suscripciones garantizan un buen número de ventas de colecciones completas a la editorial. Aunque se amenace mucho con borrarse de la suscripción, estoy seguro que la mayor parte de los suscriptores acaba las colecciones. Además, mucha gente se suscribe por la dificultad de conseguir los números sueltos que quiere en la zona en que reside.
6) Los kioskeros: El kioskero recibe cierto número de ejemplares de cada coleccionable, en función de los que vaya vendiendo, y los ejemplares no vendidos los retira la propia distribuidora. No es como en las tiendas, donde el dueño compra a HISINSA un Minichamps por 15 ó 18 euros y lo saca a la venta por 36. Si no lo vende, se lo come, o puede optar por ir rebajándolo hasta venderlo. Lógicamente el margen de beneficios para el kioskero por cada miniatura vendida es mucho menor que en una tienda. El negocio de los kioscos es vender periódicos y revistas, no coleccionables con cartones que no caben en ningún sitio.
7) Las re-ediciones: Las conocidas re-ediciones no son tales, sólo una nueva oportunidad de sacar a la venta la misma tirada de ejemplares de coleccionable. Por eso no se corrige nada en esas “re-ediciones”; son las mismas miniaturas, fabricadas en la misma tirada que las de la primera edición.
8) Saldos: A pesar de todo lo dicho, la editorial no acaba vendiendo todos los ejemplares que encargó al fabricante. No hay problema. Siempre ha existido una red de venta y distribución de saldos de colecciones, lo mismo para las miniaturas, que para los Madelman, la enciclopedia de programación en BASIC, o los tomos de Geografía de España o los CDs de Historia del Punk regalados por entregas por algún periódico. ESTO NO ES NUEVO, y lo conocen todos aquellos que frecuenten las ferias de libros de ocasión.
9) Los tests: Los tests son una forma de tantear el mercado, sobre todo en épocas de crisis, y ver si una colección de cosas perfectamente prescindibles como los hobbies puede tener salida comercial. Seguramente no hay comunicación entre el departamento de marketing que plantea la salida del test en una ciudad, y la empresa subcontratada que gestiona las suscripciones con una base de datos en las que no figura la aparición de ese test en aquella ciudad concreta.
Si has sido capaz de leer hasta aquí, ya conoces mi opinión sobre todo esto. No sé si es estrictamente la VERDAD, pero creo que se acerca bastante.
Llegará el día en que este tipo de colecciones haya saturado el mercado, deje de ser una moda, y sólo queden de nuevo las tiendas especializadas y sus precios. Quizá en Francia estén cerca de esa situación.
Creo que esto indica también que no estamos guardando joyas en nuestras vitrinas. Una colección de Altaya que sale por unos 600 euros y cuesta dos años acabarla entrega por entrega, sale después por 180 euros y se puede conseguir casi de una tacada. Para que eso se revalorice de alguna manera tienen que pasar muchos años, y que la mayor parte de las miniaturas vendidas hayan acabado en los vertederos de nuestra geografía, para que las miniaturas supervivientes se vuelvan “raras y valiosas”.
Y en cuanto a los tests, ya saldrán las colecciones y nos hartaremos a criticar todo lo que no nos gusta (repetición de moldes, modelos irreales, errores de escala y/o diseño, …) que será la mayoría. Pero aparecerá algún modelo inédito (recordad el R7 de NQCaños80) o bien realizado que nos hará creer que todo esto de los coleccionables está perfectamente justificado para nosotros.
Imagino que habrá quien opine diferente
SALUDOS