A mí las cosas religiosas tampoco me gustan, aunque llevo alguna cosa de San Cristóbal en el coche. Ya que tenemos santo, habrá que aprovecharlo. Yo le digo: ¡Psh! ¡San-Cris, vigila!
Ni los nombres de la mujer, el hijo y el perro.
Ni las de mujeres fresquitas, aunque sea en un calendario. Nos dan a los camioneros una imagen de Torrente, aunque aprecie el trabajo de la aerografía.