Si me permitís, os hablo desde la experiencia.
La acetona, se lo come todo, por que es muy fuerte y agresiva. Si te pasas un pelo, empieza a atacar la pintura. Cuando dais la pasada rápida, puede no afectar la pintura, pero la reblandece y la puede dejar un poco mate.
La acetona, sólo la hay de un tipo, la pura. Lo demás, son quitaesmaltes para uñas, que, a veces, no llevan ni acetona y vete a saber los compuestos que tienen, por lo que no se puede predecir su efecto. La acetona pura, tiene un olor dulzón.
Últimamente, casi todas las decoraciones se hacen en tampografía, que al fin y al cabo es un sistema que se hace con un tampón de goma y una tinta.
Para ir seguro, se puede empezar con alcohol y/o disolvente Humbrol. Son flojitos y quitan bien las tintas y las calcomanías. Para que afecten a la pintura, hay que insistir mucho
A mí me parece que emplear acetona, es matar moscas cañonazos, aparte de lo tóxica que es por ser muy volátil. Quiero aclarar que no todo lo volátil es tóxico.
Antes de llegar a la acetona, se puede pasar por el disolvente universal o el nitrocelulósico, pero ya son fuertes.
Para decapar metal, mejor un decapante, por ejemplo Titanlux (u otras marcas) que suelen venir en forma de gel.
Recomiendo que siempre se empleen productos puros, pues siempre darán los mismos resultados.
La acetona y los disolventes mencionados, se compran en droguerías, pero huid de los símiles, que no valen.
Cordialmente.